
Imagina durante un momento que tuvieras todo el dinero del mundo. ¿Cuánto de ello estarías dispuesto a gastarte por una mansión en el punto exacto que tú elijas?
De hecho, quiero formularte todavía una pregunta más: ¿cuánto crees que acaba de gastarse un gran empresario en la mansión más cara del mundo?
Tic, tac, tic, tac...
Mientras los segundos se acaban de descontar...
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