¿Qué es el ITP?
Impuesto que grava todas las operaciones que impliquen una transmisión de patrimonio entre personas.
Son muchos los impuestos a los que hay que hacer frente cuando se incurre en una compraventa de un inmueble. Uno de ellos es el ITP, que se corresponde con las siglas del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales Onerosas, el cual constituye una rama independiente del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
¿Qué grava el ITP?
El ITP es un impuesto que grava todas las operaciones que impliquen una transmisión de patrimonio entre personas.
De esta manera, este impuesto se aplica en todos los casos en los que exista una transmisión de patrimonio o de bienes. Estos pueden configurarse como un vehículo entre particulares, un terreno, un solar o una finca.
¿Se aplica el ITP a casos de arrendamiento?
Se trata de una duda bastante común, pero fijándose uno obtiene la respuesta. El hecho imponible no se refiere al cambio de propiedad, sino a la simple transmisión de patrimonio o de bienes, que es lo que se produce en el caso de arrendamiento de un inmueble. Sea rústico o urbano, el alquiler también forma parte del ámbito de aplicación de este impuesto.
¿Cómo opera este impuesto?
Lo primero que hay que tener claro es que el impuesto está transferido a las Comunidades Autónomas. Por ende, serán ellas las que fijen los dictámenes y baremos necesarios para comprender su aplicación. Por ende, no se puede establecer una norma de aplicación general a nivel estatal.
Para su liquidación se parte del valor real del bien transmitido o del derecho que se constituya o ceda a la fecha que cause el contrato o acto. A este valor hay que restarle las cargas que disminuyan su valor real, pero no aquellas deudas que estén garantizadas mediante prenda o hipoteca. El resultado de esta operación será la base imponible sobre la que se aplicará el tipo de gravamen que dé lugar a la cuota tributaria.