Hoy se celebra en todo el mundo el día del teatro y en Globaliza nos queremos sumar a este reconocimiento. No en vano, somos de esos que confían en que las historias pueden cambiar el mundo. Quizá no de golpe y porrazo, sino gracias a impactar en las personas, que son las únicas que tienen la fuerza para conseguirlo. Por ello, hoy te acompañamos en un paseo por la vida del teatro más antiguo de Madrid. Su nombre es Teatro Español, pero hasta llegar a este punto ha pasado por muchas pesquisas.
Teatro Español: el teatro más antiguo de todo Madrid
Seguro que si vives en la capital te es conocido este nombre. No es para menos. Se trata de uno de los referentes de la cultura en la ciudad. Uno de esos lugares donde intelectuales de cada época han acudido a ver saciada su necesidad de conocimientos y ficciones. Sin embargo, este nombre fue acuñado en el año 1849 y hasta este momento, este teatro llevaba casi trescientos años funcionando bajo el nombre de Teatro Príncipe.
Sin embargo, toda historia tiene un comienzo y la del Teatro Príncipe se encuentra en el año 1583. Momento en el que terminan las obras que Felipe II había ordenado un par de décadas atrás. El monarca tenía la meta de fundar el centro de la cultura de su Imperio y la verdad es que dio en el clavo con todo aquello que se proponía.
El aspecto que hoy muestra no es el original. Una serie de percances irremediables y reformas necesarias han virado lo bonito que se ve desde fuera. La primera de ellas se produjo en 1735 por el arquitecto Juan Bautista. Una serie de reformas que lo dotaron de la modernidad que el paso del tiempo le estaba pidiendo.
El siglo XVIII estuvo cargado de conflictos en el Teatro Español
Aunque por aquel entonces todavía continuaba llamándose Teatro Príncipe. Te tenemos que admitir una cosa. De toda la historia originaria de este lugar, este siglo es el que a nosotros más nos gusta. No en vano, se da una de las circunstancias más interesantes de toda vida: el enfrentamiento con otro teatro.
El Teatro Príncipe se encontraba rivalizando por la designación como principal centro de cultura en Madrid con el Teatro de la Cruz. Sin embargo, no te equivoques, que esto no era una simple competición para ver cuál de los dos podía atraer a más personas, sino que llegaron, incluso, a crearse grupos de fanáticos que caminaban por la capital gritando cuáles eran las virtudes del equipo que habían elegido.
Por suerte, no fueron los radicales quienes decantaron la balanza, sino que fue la cultura y el arte lo que se impuso. En este sentido, todo cambia cuando el Teatro Príncipe estrena La comedia nueva de Fernández de Moratín.
Con el siglo XIX llegan los cambios
Desde luego, el principio de este siglo no fue el mejor para el Teatro Príncipe. En 1802 fue pasto de las llamas. Su madera se calcinó. Las obras para restaurarlo duraron más de cinco años en los que Madrid quedó huérfano de su principal fuente de cultura.
No se conocen exactamente los motivos, puede que incluso se debiera a la necesidad de dejar atrás el mal fario que durante tantos siglos se había extendido por encima de las butacas, pero la realidad es que en el año 1825, aprovechando todas las reformas causadas por las circunstancias, Juan Grimaldi decide modernizarlo con las últimas técnicas y herramientas dramáticas. El Teatro Príncipe llegaba a otro nivel.
Sin embargo, el nombre cambiaría pronto. Sería en 1849. Desde ese día se le conoció como el Teatro Español. Llegó el momento en el que se aceptó que la cultura tenía que ser para todos y que si había que estar orgullosos, mejor con esta nomenclatura.
El Teatro Español tiene mucha más historia. Así que si quieres conocerla, nos ponemos en tus manos. Dinos en los comentarios si quieres saber el final y estaremos encantados de contarte cómo ha transcurrido su vida a lo largo del siglo XX y XXI.