Suspenso en valores: otro año más a recuperar la sostenibilidad de nuestros edificios

La semana pasada compartimos contigo un artículo en el que te contábamos cuáles eran las cinco excusas más comunes de cualquier español para justificar su no reciclaje. Hoy volvemos con una noticia todavía peor: España suspende en valores. Un toque de atención más a la sostenibilidad de nuestros edificios.

El problema de la sostenibilidad está en los cimientos

España suspende en edificios sostenibles
Fuente: Pixabay

Por desgracia, no en los de los edificios. Eso sería fácil de arreglar. Una nueva capa de construcción, unas modificaciones por aquí y para allá, y si te he visto no me acuerdo.

El verdadero problema radica en el suspenso de los valores de una sociedad desatendida con el medio ambiente. De una ciudadanía que ha preferido mirar hacia otro lado cuando todo se derrumbaba no se puede pedir más, aunque desde aquí seguiremos lanzando el mensaje de emergencia al cielo, en busca de que un superhéroe perdido y con valores ecológicos acuda a nuestro rescate.

La realidad es que si desde las bases no existe concienciación sobre el problema, búsqueda de soluciones y una priorización de las viviendas que mejor traten a este planeta, esperar sentado a la llegada del apocalipsis es la mejor decisión a tomar. Bueno, esa y elegir qué snack envuelto en plástico queremos picar hasta que los Cuatro Jinetes bajen hasta nuestro hogar.

¿Sabías que desde hace seis años se mide la sostenibilidad de los edificios en la Unión Europea? Pues no te lo vas a creer, pero hemos suspendido todas y cada una de las ocasiones.

¿Ni siquiera el bolsillo manda?

No queremos ser ingenuos y asumir que el ser humano se movilizará sin más. A pesar de que el premio es la supervivencia, parece que la motivación está lejana a nuestras verdaderas aspiraciones. Sin embargo, siempre hemos pensado que el bolsillo y la cartera es un reclamo con fuerza para que tomemos conciencia, pero parece que ni con esas conseguimos darle la vuelta a esta situación.

Un edificio preparado para cuidar al medio ambiente consume, de media, un 60 % menos de energía. En términos cuantitativos, unos dos mil euros menos por vivienda al final de cada año. Hay días que no ganas tanto dinero, ¿verdad? Merecería la pena percatarse de cómo podemos marcar la diferencia.

¿Te estás preguntando por qué son tan eficientes? La respuesta es sencilla. Aprovechan las propias características del lugar de construcción y están diseñados para beber de recursos naturales, como la luz natural, en todos sus sentidos. Los materiales escogidos para su construcción son ecológicos y las zonas verdes, una constante en sus espacios comunes.

¿Cómo podemos mejorar nuestros edificios?

Con este artículo no estamos clamando al cielo y pidiéndole a un ser todopoderosos que mande una plaga que acabe con todos los edificios actuales. Para nada. Pero sí que tomemos medidas. Existen diferentes caminos por los que podemos transitar y es nuestra decisión sacarles partido.

De hecho, los edificios que en la actualidad están construidos se pueden reformar para que cumplan las expectativas. Es cierto que este gesto supone una inversión de dinero, pero también es verdad que a medio plazo la cuantía estará amortizada. Por ejemplo:

  • Arreglar la fachada para que sea ventilada.
  • Cambiar las ventanas por unas de doble acristalamiento.
  • Instalar bombillas inteligentes.
  • Incorporar zonas verdades como huertos urbanos en su interior.

Son pequeños pasos, pero todos suman al cómputo total. Es la primera vez en la historia de la humanidad en la que todos tenemos una razón para luchar de la mano. ¿Por qué no aprovecharla para unirnos y no dividirnos?

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