¡Alerta roja! ¡Alerta roja! ¡Quédate quieto y que todavía no cunda el pánico! Sí. Todo es correcto. El calendario no miente. Nunca lo hace. Ha llegado la fecha fatídica. El día D. El Juicio Final. Llámalo como quieras, que sus efectos siempre serán superiores a lo peor que podría pasar. Mañana es Nochebuena y con ello, llega la cena de Navidad con la familia. Una tarea en la que los héroes de las películas más épicas habrían fracasado y a la que ahora tú te tienes que enfrentar sin preparación alguna. Menos mal que nosotros te vamos a dar la táctica secreta para poder sobrevivir.
Cinco consejos para superar una fatídica cena de Navidad con la familia
Atento a cada una de las palabras. El margen de maniobra es nimio. O las sigues al pie de la letra, o el colapso está garantizado. Y, querido lector, serás tú el que tenga que afrontar unas consecuencias que nunca terminarán. El apelativo de oveja negra de la familia será lo de menos. Te lo garantizamos.
Pero también te podemos prometer que si tú vas a ser el anfitrión, con estos cinco consejos sobrevivirás:
- Escoge el lugar donde sentarte de manera estratégica.
- No te la juegues a la hora de cocinar.
- Controla las cantidades de alcohol disponibles.
- Recoge la mesa nada más terminar.
- Respira todo lo necesario antes de contestar.
Ahora parecen consejos vacuos. Afirmaciones que no te acaban de convencer. No te preocupes. Permítenos un momento para explicártelos. Te prometemos que no te van a decepcionar.
Escoge el lugar donde sentarte de manera estratégica
Si quieres evitar el conflicto en la cena de Navidad es vital que te sientes alejado de esa persona con la que has tenido tantos roces que las chispas saltarán con tan solo cruzar las miradas.
Así, por mucho que un comentario quiera buscarte las cosquillas, tú te podrás refugiar en tu madurez, pero sobre todo en la conversación que estás manteniendo con otros allegados. Ya sabes lo que dicen, a palabras necias, oídos sordos y no hay mejor fecha que la Navidad para sacar a relucir las bondades del refranero español.
Trata de mantenerte alejado de las conversaciones peligrosas en todo momento. En cuanto cruces la línea, no hay retorno.
No te la juegues a la hora de cocinar
Con la cantidad de alergias e intolerancias que existen hoy en día, no te la juegues a la hora de cocinar. Busca realizar platos con los menos alimentos peligrosos posibles. Así, la lactosa y el gluten tienen que estar descartados. Pero, no te preocupes, pues productos sin estos componentes los hay a patadas hoy en día.
Además, infórmate de las preferencias alimenticias de los invitados. ¿Hay algún vegano o vegetariano? ¿Alguna persona prefiere no comer carne? Tienes que tener esta información a la mano para poder sacarle partido y, ante todo, no dejar a nadie con cara de tonto durante la festividad familiar.
Trata de no complicarte demasiado para satisfacer las necesidades de todos. Por ejemplo, si hay un vegano, quizás un plato adaptado a sus condiciones alimenticias sea lo mejor para todos. Será sano y muy rico. Dos pájaros de un tiro.
Controla las cantidades de alcohol disponibles
Si tener una gestión de la comida es importante, controlar las cantidades de alcohol disponibles en la cena de Navidad es vital.
La bebida puede erigirse como el catalizador de grandes noches cargadas de risas, pero también puede cargarla el diablo y brindar a quienes ya tienen la lengua afilada, la valentía y bravuconería que les faltaba para que todos los demonios y fantasmas de los comensales salgan a relucir.
Todos sois familia, por lo que os conocéis desde mucho tiempo atrás. Los agujeros negros de vuestra historia serán alargados y cualquier recuerdo podrá usarse en vuestra contra. Mejor mantener la calma.
Además, también es interesante que controles que ninguna persona se pasa demasiado con la cantidad bebida. Si descubres algún caso así, lo mejor es pedirle educadamente que deje de beber.
Recoge la mesa nada más terminar
Puede que te parezca cortar el rollo, pero nada te aburrirá más que dedicar la mañana del 25 de diciembre a recoger mientras el resto del mundo está en su casa disfrutando de los regalos que les ha traído Papá Noel. Así que una cosa es que tú organices la cena de Navidad y otra, muy distinta, que tengas que cargar con los preparativos y arreglos posteriores. No, señor.
Te proponemos una idea. ¿Sabes ese impass que se encuentra entre que terminas de comer y empieza a correr la bebida sin ningún tipo de filtro? Ese es el mejor momento para recoger la mesa.
Pídele a tus invitados que lleven el plato a la cocina y lo metan en el lavavajillas. Pasad un trapo rápido a la mesa y recoge cualquier cacharro que haya quedado libre tras la sesión de cocina.
El día siguiente lo vas a agradecer.
Respira todo lo necesario antes de contestar
En cuanto el clima se relaje, las personas perderán el filtro de qué se puede decir y qué no. El alcohol, además, ayudará a este proceso. Así que, si quieres sobrevivir a una cena de Navidad en familia, este es el mejor consejo que podemos darte. No tenemos ninguna duda.
Habrá bromas y chascarrillos por doquier. Algunos te harán gracias, mientras que otros preferirás que no se cuenten. Por ello, te recomendamos que no entres al trapo en ninguno de ellos. Ni los que te hagan proferir una carcajada, ni los que preferirías que se convirtieran en silencio.
Cada vez que alguien te busque para que participes, respira. Hazlo durante treinta segundos y pregúntate si merece la pena contestar. La respuesta, normalmente, será que no.
Estos son nuestros cinco consejos para sobrevivir a una cena de Navidad en familia. Si los sigues al pie de la letra, tendrás la posibilidad de seguir y mantener ese cariño que os une hasta las fechas prometidas el siguiente curso. Sin embargo, si a causa de tus palabras terminas por tener que escapar de la ciudad, recuerda que en Globaliza puedes encontrar pisos en España al mejor precio del mercado.