Por qué invertir en inmuebles es la mejor idea en una época de inflación

Las cifras no engañan.

Según el último informe del Banco de España, la inflación media que nos espera este 2022 será del 7,5%.

Es decir, que cuando acabe este año se nos habrán evaporado 75 de cada 1.000 euros.

Como por arte de magia.

Y aunque para muchas personas esto no será más que un contratiempo que «habrá que soportar», otras están buscando la manera de proteger ese dinero que tanto les ha costado ganar.

Si formas parte de este grupo, este artículo es para ti.

En la actualidad existe un tipo de inversión que nos permite proteger nuestros ahorros y aprovechar una gran oportunidad de inversión.

¿Te gustaría saber más?


Entonces, sigue leyendo…

El día que la inflación golpeó el corazón de Europa sin avisar

¿Feliz centenario?

Durante estos años se está cumpliendo el primer centenario de una de las épocas más complicadas para los ciudadanos europeos.

En concreto, quienes vivían en la República de Weimar, que fue el nombre con el que se identificaba lo que hoy es Alemania entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Y lo más importante es que no fue ni siquiera el caso más fuerte, pero sí el que más fuerte sonó por todo el mundo.

Tanto, que sus ecos nos llegan hasta hoy. Sobre todo en un momento tan complicado como el que vivimos ahora.

Un crisol de aumentos de precios, crecimientos de tipos de interés, modificaciones del tipo de cambio.

Y al final el abandono de la moneda como unidad de intercambio.

¿Podría sucedernos algo hoy? 

Estoy convencido de que estás pensando que esto es algo que pertenece a otra época, pero la realidad es que no hace falta que el trauma dure 100 años.


Con que se lleve por delante el dinero que tanto te ha costado ganar es más que suficiente.

De la ficción a la realidad: cómo un escenario de película se convierte en presente

Todo comenzó en 1921 con una estrategia del gobierno de Weimar para devolver las sanciones impuestas tras la Primera Guerra Mundial.

La República había emitido durante mucho tiempo papel moneda sin respaldo de oro, pero el truco les funcionó poco.

Pronto las potencias europeas se enteraron del secreto de la rápida devolución y exigieron el pago en recursos naturales.

¿La consecuencia?

Un acelerado aumento de la inflación —lo que conocemos como hiperinflación— que hizo que el precio del marco alemán se disparara.

En pocos meses un dólar pasó de poder comprar 320 marcos a 8.000, multiplicando el coste de vida alemana por dos millones.

La noria había echado a rodar.

Los precios de los productos de primera necesidad aumentaban tan rápido que el salario de una semana se volvía inservible para la siguiente.

La historia de terror no había hecho nada más que comenzar.

La verdadera historia de terror llegó con un nombre: BANCOS

Muchos ahorradores pensaron que su dinero estaba a salvo, pero hubo una mañana que se despertaron con una sorpresa.

El dinero de los bancos se había esfumado. Como si fueran Chocapics. Buenas personas que se habían pasado la vida trabajando y ahorrando lo habían perdido todo por una mala gestión de los gobiernos.

De entre todos los habitantes de lo que hoy conocemos como Alemania, solo unos mantuvieron sus ahorros.

Quienes habían invertido su dinero en bienes cuyo valor no se había desplomado:

  • Joyas de metal.
  • Piedras preciosas.
  • Oro.

Estos materiales —que hoy llamamos valores refugio— se convirtieron de ahí en adelante en una inversión habitual para aquellos que querían mantener el valor de su dinero en el tiempo.

La tendencia de la inflación: ¿susto o muerte?

Volvamos a montarnos en el Delorean para aterrizar en el 2022.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el aumento del Índice de Precios del Consumo (IPC) fue de un 0,6% en el mes de febrero de este año.

Una cifra que, aunque te pueda parecer pequeña, supone un incremento de la tasa interanual hasta el 7,4%.

Es decir, la tasa más elevada en los últimos 33 años. Desde el año 1989 no se veían unos números parecidos.

O lo que es lo mismo, desde el período previo a la crisis económica que en España conocemos como la crisis de la devaluación de la peseta no despertábamos con unos números así.

Una época en la que el Gobierno de Felipe González había dejado que la peseta se apreciara para luchar contra la inflación.

¿El resultado? Parecido a cada vez que un político decide meter mano en el dinero de todos: la pérdida de competitividad y la necesidad de devaluar la moneda.

¿Estas cifras quieren decir que nos volveremos a enfrentar a una situación parecida?

Para bien o para mal esto es algo que nunca se sabe. Pero al igual que nos abrochamos el cinturón al montar en coche a pesar de no esperar un impacto, con nuestro dinero deberíamos tomar decisiones parecidas.

La búsqueda de valores refugio o aspirar a salir de la rueda

En este artículo solo hemos mencionado unas pocas, pero basta echar la mirada varios años atrás para hablar de las crisis que se llevaron por delante a muchas personas.

Buenas personas.

Estas solo fueron algunas de las tantas que han formado parte de nuestra historia:

  • En el año 1868 España vivió una de sus primeras crisis por la burbuja generada en las inversiones ferroviarias.
  • Durante 1898, el Desastre de Cuba y Filipinas fue el origen de una crisis mundial por la caída de los precios agrarios.
  • En 1936, el comienzo de una Guerra Civil auguró algunas de las etapas financieras más complicadas que, por desgracia, todavía alguno recuerda.
  • En 1945, aunque no participamos, las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial nos golpearon de lleno. 
  • Fue en el año 1973, con una dependencia completa del Petróleo, cuando esta nueva forma de crisis chocó contra nosotros.
  • Y por supuesto no podemos olvidar aquella crisis financiera que arrancó en el año 2008 y que todos recordamos.

Durante todas y cada una de estas etapas se dieron dos hechos que se repitieron de manera habitual.

Mientras que las personas que habían confiado su dinero a los bancos lo habían perdido prácticamente todo, quienes buscaron valores refugio como el oro pudieron protegerse.

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