El verano está a la vuelta de la esquina.
El próximo 21 de junio será el solsticio de verano y con él daremos paso a esta estación después de la primavera, y a ser posible dejaremos atrás muchas alergias.
Si has estado peleando durante todo el año porque llegara esta época o eres un estudiante, te doy la enhorabuena. Te has ganado un buen descanso.
Pero, ¿qué sucede si te encontrabas en proceso de comprar una propiedad? Si es así, tengo malas noticias.
El verano es la peor época para comprar una vivienda y en este artículo descubrirás por qué es así.
¿Por qué el verano es la peor época para comprar una propiedad?
Como se suele decir, durante los meses de verano se junta el hambre con las ganas de comer.
Para empezar, con todo el auge del alquiler turístico, muchos propietarios que tenían la propiedad a la venta se plantean hacer una pequeña pausa en el camino.
Sopesan la posibilidad de poner en alquiler la propiedad durante estos dos o tres meses veraniegos y volver a la carga con la venta con la vuelta de septiembre.
Si a eso le sumas que muchos propietarios no están dispuestos a sacrificar su verano y posponen, en general, la búsqueda de compradores, apaga y vámonos.
Además, muchos negocios como agencias inmobiliarias también cierran sus puertas por las vacaciones de los empleados, así que las oportunidades se reducen todavía más.
La paciencia es la madre de la ciencia: no tengas prisa en encontrar la vivienda perfecta
Más allá del nombre que tenga cada mes en el calendario, lo que de verdad importa es que te armes de paciencia.
Muchas personas piensan que encontrarán la vivienda de sus sueños a la vuelta de la esquina, pero la realidad es muy diferente.
El proceso de búsqueda de un nuevo hogar es largo, tedioso y en muchas ocasiones te obligará a invertir tu tiempo libre en algo que, en realidad, no te apasiona.
Por eso es tan importante que emplees plataformas como Globaliza para agilizar todos estos procesos y poder encontrar mucho más rápido tu vivienda ideal.
¿Quieres comprar una segunda vivienda? Entonces existe todavía más estacionalidad
A diferencia de las oportunidades para la primera vivienda, el verano suele ser bastante prolífero para quienes quieren adquirir una segunda residencia.
Con el buen tiempo y las buenas temperaturas, las personas se animan a buscar una segunda residencia, sobre todo en zonas de costa.
Además, aprovechando que el propietario se encuentra de vacaciones, se intensifica la búsqueda de este tipo de viviendas que cumplen al dedillo con los intereses de este.
Si quieres aceptar nuestro consejo, lo mejor es que aguantes un poco las ganas de comprar esta vivienda y esperes hasta el mes de septiembre.
En ese momento habrá más oferta, los precios volverán a su cauce… y todo funcionará de una manera más racional.