En la interminable lucha de Pedro Sánchez por conseguir reformar la norma que regula los contratos de alquiler, el Gobierno de España se ha topado con un obstáculo que no se hubiera imaginado en un primer momento. Podemos, su principal socio en el poder legislativo, se ha plantado y ha dicho que no apoyará el Real Decreto Ley que modifica la actual regulación. Y, aunque parezca mentira, todo esto contiene una lógica detrás.
Por qué Podemos ha dicho que no a apoyar al PSOE
En el mes de diciembre, Unidos Podemos pactó con el Gobierno del PSOE un acuerdo por el que ambos se comprometían a realizar una serie de modificaciones en la actual regulación del arrendamiento, con el objetivo de frenar la burbuja de precios en la que se ha convertido el mercado del alquiler.
Sin embargo, cuando el PSOE ha presentado la proposición citada en el Congreso, la sorpresa de la formación morada ha sido plausible. Resulta que la principal medida que el grupo parlamentario dirigido por Pablo Iglesias quería apoyar se ha borrado del documento.
De esta manera, en la norma que ha presentado el PSOE para someterlo a votación ha desaparecido el precepto que hacía referencia a que se podría limitar la subida del precio del alquiler en las zonas consideradas tensionadas por la misma. Una línea roja que el Podemos no está dispuesto a cruzar. Como ellos mismos han afirmado: no realizarán táctica política con las cosas del comer.
Sin Podemos no hay fiesta
Tras el rechazo manifestado por el PP y Ciudadanos a la norma, la única manera de que esta salga adelante requiere, sí o sí, del apoyo de Podemos, quien hasta ahora ha sido el principal bastón del Gobierno a la hora de legislar.
No es posible vaticinar en qué quedará todo. Sin embargo, se puede asegurar que, a no ser que uno de los dos partidos mueva su postura, las nuevas medidas que venían a recuperar la normalidad en el mercado del alquiler han encallado.