Hoy nos hemos colado en la casa de Pablo López. Uno de los últimos retoños exitosos de la academia de Operación Triunfo. Sí, porque antes de los Amaia y Alfred de turno, ya salieron otros de este lugar. Quienes también pelearon con uñas y dientes por encontrar su lugar. Uno de los pocos que lo lograron fue él. ¿Cómo vivirá desde que es una estrella del mercado musical?
Pablo López y una vida donde reina la música
El cantante nunca se ha borrado del foco mediático, pero ha tenido que pelear cada segundo de presencia. Ahora vive uno de sus momentos más dulces gracias a su papel como coach en La Voz. Sin embargo, ¿alguna vez has querido saber cómo vive Pablo López?
Su madre contaba que fue un niño extraño desde pequeño. Que el hecho de haber sido criado a la vera de sus abuelos influyó mucho en su forma de pensar y de ver el mundo. Él mismo se definía como un niño viejo, aunque afirma con orgullo que todo ese tiempo a su vera ha sido radicalmente importante para encontrar su pasión: la música.
Después de todo, nada más entrar en su hogar uno descubre que la música tiene un papel muy importante. Lo sientes. No se manifiesta en detalles en particular, sino en la esencia de una vivienda donde el arte sería capaz de iluminar la oscuridad de cualquier mal pensamiento. Silencios que la vuelven única, que te dejan la piel de gallina, que te evocan mil sensaciones y recuerdos a la hora de escuchar el propio latido de un corazón que quiere comerse el mundo.
Pero, ¿puedes contarme algún detalle de su hogar?
Por supuesto. Conocemos esta información gracias al programa de Bertín Osborne en el que actuó como invitado de la personalidad española. Allí, entre muchas preguntas de carácter personal que no son lo que hoy nos interesa, pudimos apreciar el contraste entre una música capaz de incitar a la revolución y el sosiego de un estilo tradicional, rústico y solemne.
Porque sí, esa calma que impregna el oxígeno una vez el piano deja de sonar también se traslada a su hogar. Las paredes amplias, la brisa de cada mañana recorriendo los recovecos, la sensación de sentirse libre… todo ello son las gotas que conforman el brebaje del que se nutre para crear todo aquello que tiene en su mente. Un mensaje de que la ataduras son la condena del arte, el homicida invisible, el fin de lo que nos permite sentirnos humanos cuando el estrés, las responsabilidades y el día a día nos atrapa.
Después de todo, cuando quebramos, cuando no podemos más, siempre hay una canción que es capaz de hablarnos directamente a nosotros, que tiene la potestad de cambiar la sintonía con la que miramos al cielo, de evocar la imaginación y los dibujos con las estrellas.
El piano: el invitado de lujo
Si todo lo que te hemos contado hasta ahora ya es interesante, que sepas que nos hemos guardado lo mejor para el final. Se trata de la habitación donde la magia fluye, donde la música se encuentra consigo misma y baila sin prejuicios, conformando las melodías que al final solo tienen sentido si surgen de un piano acariciado por los dedos de Pablo López.
Allí se siente niño. Allí no es nadie. Solo él. Un instrumento. Una herramienta. Arte.
Esto es todo lo que te queríamos contar sobre la casa de Pablo López. Esperamos que te haya gustado y que te hayas imaginado mecido con sus canciones.