Una filosofía de vida: así es la casa de verano de Ortega y Gasset

Aunque su obra se haya diluido con el paso del tiempo y hoy en día sean pocos los jóvenes que hayan bebido de la sabiduría de su pluma, Ortega y Gasset continúa formando parte del temario de Filosofía de los alumnos de instituto. El filósofo, más allá de reflexiones que merece la pena tratar de comprender, también nos legó su lugar de descanso: una finca en su amada Valladolid.

Cómo era la finca de descanso de Ortega y Gasset

Casa de Ortega y Gasset

El filósofo pasaba los meses de verano en una parcela que supera las doscientas veinticinco hectáreas de tamaño. Un lugar diferente, de corte clásico, que supera los mil metros cuadrados de construcción. Todo ello, repartido en dos plantas, nueve cuartos de baño y ocho habitaciones, aunque nada llame tanto la atención como una torre de tres pisos que encandila a conocidos y desconocidos del pensador.

Desde la distancia parece un lugar de cuento donde se fraguan historias diferentes a las que se puedan contar en cualquier otro lugar, metáfora de la mente privilegiada de quien descansaba del estrés de una vida entres sus paredes.

La iglesia visigoda del Siglo X que lo convierte en un lugar único

Así es la casa de Ortega y Gasset

Sin embargo, el lugar donde se encuentra la verdadera magia es en su espacio exterior. Allí descansa una Iglesia Visigoda que data del siglo X. Se trata de una construcción considerada como parte del Patrimonio Cultural de España. Además, conforma una de las paradas de los peregrinos que buscan expiar sus pecados en el Camino de Santiago.

Nosotros no podemos ofrecerte una vida como la de Ortega y Gasset. Esa mente de otro tiempo y su mirada al mundo disruptiva, no se volverá a repetir. Sin embargo, sí que podemos mostrarte las mejores viviendas de Valladolid. Si quieres experimentar el descanso de este filósofo, es tu oportunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *