El pasado sábado se consumó el cambio de aires en el Ayuntamiento de Madrid. El Gobierno de Manuela Carmena ya solo existe en los libros de historia y ahora Martínez-Almeida (PP), con el apoyo de los concejales de Ciudadanos y Vox, tiene nuevas ideas para la capital española.
¿Cómo es el Madrid de Martínez-Almeida?
Es pronto para afirmar si los cambios que se proponen desde la alcaldía serán a mejor o peor. Por ahora solo son eso: viraciones, transformaciones o mutaciones de las medidas que los antiguos inquilinos del consistorio estaban tomando.
Para empezar, la famosa Operación Chamartín, que no pudo culminar la anterior alcaldesa, volverá a tomar protagonismo. Martínez-Almeida ha declarado su intención de reactivarla y ponerla en funcionamiento.
En cuanto a Madrid Central, las perspectivas son dudosas. Desde la campaña sabíamos que no era una medida con la que estuviera conforme y eso es lo que ha manifestado. Habrá reformas, aunque no haya indicado en qué sentido.
Otro tema de interés capital es la Gran Vía de Madrid. Las obras para su peatonalización han sido polémicas desde el primer momento, aunque el nuevo consistorio ha afirmado que no dará marcha atrás con el plan. Los viandantes pueden estar tranquilos. Su espacio está garantizado.
¿Cómo será Madrid dentro de cuatro años?
La capital española evoluciona por sí mismo. Es un animal salvaje que toma sus propias decisiones. Los políticos solo pueden ayudar en la tarea de mantenerla sana y salva. Habrá que esperar para ver. Desde aquí solo esperamos que el ego de los partidos políticos no quiebre medidas acertadas previas, solo por el simple hecho de haber nacido de una formación de distinto color.
La contaminación es una tarea capital en las grandes urbes mundiales y Madrid no es una excepción. Derribar por derribar no sirve, antes de acabar con Madrid Central, deberá haber una alternativa.