Dentro de unas pocas semanas se cumplirá el primer aniversario de aquel confinamiento absoluto que comenzó durante el mes de marzo del año pasado.
Aunque parece que ha pasado mucho más tiempo y que poco a poco nos hemos acostumbrado a convivir con el COVID19, nuestra «nueva normalidad» todavía tiene bastante de «nueva».
Sin embargo, después de todo lo que estamos pasando también es importante quedarnos con las buenas noticias.
Porque sí, siempre las hay.
En este caso, ciudades como Madrid han vivido una bajada histórica de la contaminación como consecuencia del frenazo en seco de tráfico rodado.
¿Te gustaría saber más sobre todo este e fecto?
Madrid sufre una bajada histórica de la contaminación
Los resultados se vieron enseguida.
Desde que comenzó el confinamiento absoluto, Madrid respiró aire puro después de demasiado tiempo.
- La almendra central de la ciudad experimentó una reducción del 75,3 % respecto a un día habitual.
- En la M 30, la reducción llegó al 76,9 % en relación a una jornada habitual.
Si todo esto te sorprende, déjame contarte que las buenas noticias todavía continuaron.
La caída en picado del tráfico también implicó la disminución de los valores medios de NO2.
Según Greenpeace, el nivel de dióxido de nitrógeno apenas alcanzó el 40 % del límite fijado por la OMS. Algo que no había ocurrido desde el año 2010.
¿Qué queda de aquel Madrid en pleno 2021?
Hoy en día los madrileños hacen vida «casi normal».
A pesar de que el virus sigue campando a sus anchas y de que las cifras siguen siendo muy preocupantes, la vida laboral ha vuelto a activar la ciudad.
Por desgracia, parece que en temas de contaminación no hemos aprendido.
En el cielo madrileño se mantiene atrapada una gran boina de contaminación con niveles de dióxido de nitrógeno disparados.
Se trata de un tapón meteorológico que es habitual en ciudades que muestran altos niveles de polución.
La concentración de dióxido de nitrógeno en la atmósfera se ha triplicado desde el confinamiento que nos ha recordado que en cuanto nos despistamos, este problema vuelve a atacar.
El algodón no engaña: ese fue el resultado
Durante el confinamiento, Madrid alcanzó unos números que hacía décadas que no se conseguían:
- La concentración de dióxido de nitrógeno descendió casi hasta la mitad de los valores habituales.
- La polución cayó más de un 35 % durante el confinamiento y se mantuvo baja en los primeros compases de las desescaladas.
Pero ¿ha sido suficiente? La respuesta es que no.
Al igual que el COVID, la contaminación es una amenaza invisible que se está llevando la vida de muchas personas.
Numerosos estudios afirman que Madrid fue la ciudad de Europa con más fallecimientos a causa de la contaminación en 2020.
Así que la pregunta es, ¿cuándo nos tomaremos en serio de una vez por todas este problema?