¿No te has dado cuenta de que escuchamos constantemente las mismas peticiones de la boca de políticos pero nunca se paran a explicarnos qué significa cada una de ellas? Ahora se ha puesto de moda la solicitud de la renovación de la ley hipotecaria y afirman de manera conjunta que es un requerimiento imperante. Todos los medios se hacen eco de esta dialéctica, pero la gente como tú, normal, alejada de este mundo, sigue sin saber qué significa. Hoy te queremos explicar el por qué de todo esto.
Qué tiene que regular a partir de ahora la ley hipotecaria
La renovación de la ley hipotecaria es un hecho necesario porque Europa nos está demandando este cambio desde hace ya algunos años. España ha hecho oídos sordos durante mucho tiempo. Pero el comisionado comunitario se ha cansado de nuestros juegos y se ha puesto manos a la obra. Y, te aseguro, puede llegar a resultar muy convincente.
Según las directrices europeas, esta norma debe de contener regulación sobre entidades y clientes en cuanto a la contratación de hipotecas. El objetivo es aumentar la transparencia y la seguridad jurídica de los consumidores y las propias entidades.
¿Qué puede suceder si el Gobierno de España no renueva el contenido de la ley hipotecaria?
Nada bueno, diría un villano de película. La Unión Europea está decidida a convencernos. Ha puesto sobre la mesa la posibilidad de multarnos y tiene mala pinta. Se produciría a partir del uno de octubre, con una sanción de 100.000 euros al día, por cada uno que tardemos en trasponer su solicitud.
Pero, ojo, que esto se puede poner todavía más feo. ¿Sabes qué sucedería si un juez estimase que la sanción puede tener efectos retroactivos? Que, por cierto, es algo bastante posible. Que se alcance la friolera de 100 millones de euros.
¿Y sabes quién va a pagar todo esto? No, no van a ser los políticos que viven tan acomodadamente. Vamos a ser tú y yo. Ciudadanos que con sus impuestos acaban financiando la partida de ajedrez entre los poderes nacionales y europeos.