¿Te imaginas hallar uno de los países de mayor densidad de población del mundo completamente desierto? ¿Una de las ciudades más ruidosas en silencio? ¿Y el paso de cebra más transitado de todo el planeta con solo un alma? Esta es la proeza que ha logrado captar Ignacio Pereira. Japón en silencio, para vosotros. La historia de un artista que quiso demostrar que no todo lo que vemos es la verdad, pero que puede conformar un mundo por el que soñar.
Japón en silencio: una historia de Ignacio Pereira
Japón en silencio ha sido el título con el que el fotógrafo español ha denominado a la proeza que ha conseguido en el país del sol naciente. Trasladándose a su capital, Tokyo, su objetivo era replicar el éxito que había logrado previamente en Madrid y Barcelona.
Sin embargo, pese a que las dos ciudades españolas más importantes están repletas de personas, no tiene nada que ver con la situación nipona. Japón en silencio es un hito tan importante porque, por ejemplo, por el paso de cebra de Shibuya cruzan 2.500 personas cada cinco minutos de media. Multiplicadlo por doce y alucinad con lo que estas cantidades implican meramente a nivel horario. Ni siquiera nos atrevemos a trasladarlo a una base diaria.
Y es que, el territorio japonés no tiene nada que envidiar a otras grandes metrópolis del mundo. Es una de las ciudades con mayor densidad de población por habitante. A años luz de la capital española o americana. Por ello, contemplar el paisaje que nos presenta Ignacio Pereira es tan alucinante.
En qué consiste el trabajo de Ignacio Pereira
El objetivo de este artista es regalarle al mundo una visión distinta de la realidad. Por ello, su anhelo consiste en retratar espacios que normalmente están abarrotados de humanos, vacíos. Así puede contar una historia con un solo protagonista: la persona que más le llama la atención.
Cuenta Ignacio Pereira que para conseguir un resultado como el de Japón en silencio la clave es la paciencia y la minuciosidad. No es que aguarde hasta que la ciudad quede vacía. En lugares como Tokyo o Madrid sería una misión imposible. Sino que a partir de diferentes instantáneas y Photoshop borra siempre a todos los viandantes menos a uno.
El fotógrafo explica que la parte más importante de su trabajo es hallar a la persona. Ese individuo del que quiera contar la historia. Ese ser humano que tenga algo distinto. Simplemente siente que es ella. Alguien diferente. Único. Un alma que camina por el mundo y brilla con luz propia.
¿Qué te parece el trabajo de Japón en silencio?
¿Te imaginas caminar por las calles de Madrid o de Barcelona y no encontrar una sola persona? ¿Alivio o nerviosismo? ¿Qué sería aquello que te trasladaría?
Nosotros nos sentiríamos como en una película de terror, pero no hay nada más que ver el trabajo de Ignacio Pereira para sentir el sosiego que logra transmitir.