Si yo te digo glamping, ¿tú me dices ven? Fuera de bromas, seguro que este término es capaz de encenderte una bombilla en tu mente. ¿Imaginas de dónde ha podido surgir este novedoso anglicismo con el que ahora se nos llena la boca? Porque no, nosotros también nos hemos sumado a la realidad de que la fonética inglesa es siempre más potente.
Por si acaso andas tan despistado como estábamos nosotros esta mañana, el glamping ha nacido en el mundo de la naturaleza para aquellos que les gusta dormir bajo la luz de las estrellas sin renunciar a ningún tipo de comodidad.
Qué significa glamping
El glamping supone una nueva forma de turismo ecosostenible. Pensado para los más sibaritas, surge de la unión del término glamour y camping. De tal manera que aúna todos los cuidados que puede darte cualquier establecimiento al uso, con la virtud de que se va a disfrutar de un ambiente de naturaleza.
Y aquí hay que ser sinceros. Utilizar una unión de palabras española no habría tenido tanto impacto. Camping tendríamos que cambiarlo por acampar y galmour, ¿por..? No resultaría tarea fácil poder encontrar la manera de denominarlo. Así que nos vamos a quedar con glamping por ahora.
El origen del glamping
Ahora que ya controlas el origen de la palabra glamping, queremos contarte cuál es el origen de esta actividad. Y es que, data de un pasado mucho más amplio del que te puedas imaginar. Tú has entrado pensando que era algo relativamente moderno y nada más lejos de la realidad. Prepare las maletas, señor Fog, que nos vamos de viaje por el mundo.
Para descubrirlo hay que viajar hasta la Escocia y Francia del siglo XVI. En dichas culturas había determinadas fiestas para las que se construían tiendas de campaña de lujo, cuyo objetivo era que las grandes élites pudieran disfrutar de las virtudes de la naturaleza, sin renunciar en ningún momento a las comodidades de palacio.
Sin embargo, para entender el glamping tal y como lo conocemos hoy en día, no hay que viajar tan lejos. Al menos en tiempo. En espacio, todavía tocará cansarse un poco más. Su origen data de África y Australia, desde donde se exportará a Suiza y a los Países Escandinavos. Hoy es la última tendencia de ecoturismo en Italia.
Tiendas de campaña a las que no les falta de nada
La base del glamping son impresionantes tiendas de campaña que, sin renunciar a la naturaleza, engloban todas las comodidades que podría ofrecerte la mejor suite de tu hotel preferido.
De esta manera, durante la jornada diurna podrás disfrutar de actividades al aire libre que no acostumbras a realizar en tu día a día. Con la seguridad de que por la noche descansarás en un lecho como dios manda.
Todo ello con la certeza de que se trata de un turismo con poco impacto ambiental y que está basado en la idea del empleo de materiales ecológicos.
¿Te gustaría probar el glamping? ¿Supone perder la esencia del turismo rural? Nosotros te planteamos las preguntas y aguardamos tu respuesta. Parece bastante interesante el concepto. Así que nosotros, al menos, nos animaríamos a probarlo una vez.