El futuro inmobiliario de Catalunya: un mar de dudas

El tema reviste gravedad y debe enfocarse con delicadeza. Aquí ya no valen los exabruptos, no hay lugar para las tiranteces. Desterremos la violencia y censuremos los insultos, hagámonos un favor a todos. El conflicto catalán ha tomado un cariz preocupante que golpea con urgencia la puerta del diálogo; resulta imposible ignorarlo. Lo que antes parecía un riachuelo independentista se ha convertido en un torrente que salpica a todos los estamentos del país. Tras la proclamación de la DUI que se llevó a cabo el pasado día 27, se han encendido todas las alarmas. Pitidos que suenan sin cesar. Un futuro de incertidumbre es el único mañana que conjetura con certeza buena parte del pueblo llano, no es sencillo presagiar qué ocurrirá en un futuro próximo en Catalunya. Incluso con la aplicación del artículo 155 todos seguimos expectantes. Pero los expertos del sector inmobiliario han empezado a hacer cábalas por si las moscas, pues las consecuencias que puede generar un acontecimiento de tal envergadura causarían cierto impacto en la industria de la vivienda. ¿Quieres saber cómo se definirá el nuevo contexto? ¿Sabrías decirnos hasta qué punto cambiará el mercado?

Aquí encontrarás algunas pinceladas sobre lo que está pasando.

La inversión extranjera se congela

Los inversores foráneos han sido los primeros en llevarse las manos a la cabeza; un supuesto de estas dimensiones les provoca más de un temblor de piernas y algún que otro jamacuco. Los extranjeros no quieren arriesgarse, prefieren apostar por la prudencia antes que hacer malabares en un terreno tan resbaladizo. La inestabilidad social que ahora impera en Catalunya trasluce inseguridad, una palabra que todos desearíamos suprimir del diccionario de nuestros negocios inmobiliarios. Es por ello que algunas operaciones que ya estaban a punto de caramelo, a las que sólo les faltaba la rúbrica para cerrarlas, han sido paralizadas. Ni la Generalitat ni el Gobierno parecen controlar las convulsiones que agitan este capítulo de la historia, de ahí que la inversión internacional que tenía las miras puestas en la región catalana haya congelado sus movimientos.

Lo que piden organismos y profesionales

La Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI) es la primera que se acoge a lo que expresa la Constitución. Según sus miembros, los sucesos que rodearon la celebración del referéndum convocado por el Govern el 1-O “afectan gravemente al normal funcionamiento de la actividad inversora y al desarrollo de nuestro mercado”. Ni siquiera las medidas adoptadas este viernes por el Partido Popular consiguen amansar la situación. Toda esa incertidumbre que hemos mencionado con anterioridad, todo ese qué va a pasar que tan pocas simpatías despierta, hace que aquellos que intentan proteger lo que es suyo se escuden tras la ley. El número de empresas del sector que piden respeto por la Constitución se agiganta día tras día. La confusión no es amiga de las operaciones inmobiliarias, algo de sobra conocido por agencias y promotoras.

Barcelona, la primera afectada

La industria de la vivienda se encontraba en pleno proceso de recuperación, su escalada hacia las puertas del Edén parecía imparable. Ya empezaba el sector a bañarse en los beneficios que está otorgando el leve crecimiento económico que atraviesa España cuando, de repente, todo se ha quedado en el aire. En puntos suspensivos. Todo lo que vaya a suceder en Catalunya, con unas garantías mínimas de certeza, ha trastocado los planes del mejor Nostradamus. Si la DUI prosperara a pesar de los intentos del Gobierno para frustrarla, nos estaríamos adentrando en territorio inexplorado. Un panorama que, por ahora, sería como una especie de distopía para Barcelona. La contratación de superficie logística en el tercer trimestre de 2017, que en la Ciudad Condal ha llegado a los 77.100 m², ha sido un 31 % inferior a la de los tres meses anteriores. Y si encima queremos comparar esa cifra con la del mismo periodo del año pasado, bastará decir que se ha contratado un 50 % menos para que nuestros ojos salgan de sus cuencas. ¿Seguirá Barcelona registrando esos números? Todo está por ver.

La inmobiliaria Colonial se muda

La fuga de cerebros en Catalunya es ya un hecho demostrable. Algunas de las empresas del IBEX 35 afincadas en la zona, amilanadas ante unas consecuencias desconocidas que causan pavor, han decidido empaquetar los bártulos para mudarse a Madrid; la capital de España parece ser el refugio ideal donde guarecerse al abrigo del vendaval. Entre las firmas que cotizan en el principal índice bursátil español se encuentra Colonial, de momento la única representante del sector de la vivienda que se ha arrimado el macuto al hombro para marcharse al centro de la península. Tras abandonar Barcelona, la nueva sede de esta socimi se ubicará en el Paseo de la Castellana. Los negocios que trata esta inmobiliaria patrimonial se centran, en parte, en las inversiones internacionales. Fue la agencia de calificación Moody’s la que señaló a principios de octubre que sus edificios podían devaluarse por culpa de la situación independentista. Una advertencia que puso en alerta a Colonial, que no puede permitir que ese descenso afecte su nivel de endeudamiento.

Ahora sólo podemos permanecer atentos a lo que decidan los de arriba, los que ostentan el poder, en las próximas semanas.