Tú y yo sabemos que el trabajo como administrador de fincas es precioso. Es uno de esos oficios que desde fuera parece no comprenderse, cierto, pero una vez que entras y descubres sus misterios te enamoras perdidamente de él.
Sin embargo, todos los que hemos desempeñado estas labores hemos tenido que enfrentarnos a una amenaza. Es curioso, pero permanece invulnerable indiferentemente del lugar donde nos encontremos. Lo único que tiembla en su presencia es nuestra tranquilidad como administrador de fincas. Sabes de qué estoy hablando, ¿verdad?
Seguro que tú también has notado LA mirada. Sí. Con mayúsculas y da gracias que no la hayamos rodeado de tantas exclamaciones como merece. Cuando alguien te observa con la sorpresa de encontrarse ante un superhéroe es normal que destaquemos con jolgorio esta situación. Porque sí, a un administrador de finca se le contempla siempre como si fuera sobrehumano. Y, en realidad, nunca ha portado capa alguna.
Delimitación de funciones del administrador de fincas
Para todo administrador de fincas hay una tarea vital. El humo es señal inequívoca de fuego y si no somos previsores acabaremos por defenestrar nuestro oficio entre incendios. Todo profesional cuenta con superpoderes, cierto, pero estos no son inagotables. Si los empleamos en tareas que no sean las nuestras terminarán por desaparecer.
Por todo ello es imprescindible que el administrador de fincas delimite claramente cuáles van a ser sus funciones en la comunidad de vecinos. Esta versatilidad que te caracteriza puedes aplicarla al resto de facetas de tu vida, pero cuando hablamos de la vida laboral, cuanto más certero sea nuestro cometido, más objetivos podremos cumplir.
De esta manera, las funciones del administrador de fincas se desarrollan en tres áreas diferenciadas:
- Económico-contable.
- Secretaría.
- Gestión y conservación.
Área económico-contable de las funciones del administrador de fincas
Cuando te preparaste como profesional, estas fueron, sin duda, las primeras funciones del administrador de fincas que conociste. Eran las que más te gustaban. Al fin y al cabo, son las típicas, en las que todo el mundo piensa al referirse a este experto. Es una tarea loable por tu parte, pero no te olvides de poner coto a los anhelos de tus compañeros.
Las más comunes son:
- Tu labor fundamental en este área es la relacionada con la facturación y el cobro de las cuotas ordinarias y extraordinarias fijadas por la comunidad de vecinos. Lo harás mediante domiciliación bancaria y serás el epítome del Banco de Hierro de Juego de Tronos en esta realidad. Encargado de gestionar todos los pagos y brindar tu lealtad únicamente a quienes estén al corriente en esta tarea.
- Cual banquero de otro siglo, te encontrarás a cargo de custodiar los fondos que lleguen a tu poder. Serás el centinela que defienda el tesoro de toda lengua inquisitiva que quiera apropiárselo. Por ello solo lo pondrás a disposición de quien se haya determinado por la comunidad de vecinos.
- También actuarás como historiador. Dejarás tu huella en el paso del tiempo. Para ello convertirás en eterna la contabilidad de la comunidad de vecinos. Todo ello siguiendo al pie de la letra la normativa contable del momento. Hay villanos y villanos en el mundo, pero pocos con tanta ferocidad como Hacienda.
Área de secretaría de las funciones del administrador de fincas
A nivel personal, estas funciones del administrador de fincas nos parece uno de los exponentes más interesantes. En este sentido el profesional se convierte en centrocampista del mejor equipo de fútbol. Que el resto de comensales desarrolle sus capacidades dependerá de cómo muevas el balón. Tu zurda y tu diestra se pondrá a disposición del conjunto.
- Una de tus funciones principales consistirá en la confección y el envío de las convocatorias para juntas ordinarias y extraordinarias. Piénsalo. Tendrás que calcular cómo se realizará esta asistencia para que el mensaje alcance siempre a su destinatario. Toda la responsabilidad caerá en tus botas.
- Sin embargo, en algún momento te tendrás que descalzar. Una de las grandes virtudes del administrador de fincas consiste en que su talento no se encuentra circunscrito únicamente a sus pies, sino que sus manos también rebosan calidad para cualquier tarea. Por ello te reencarnarás en cronista. Tus letras guardarán la verdad. Tendrás que asistir a las juntas, levantar acta, transcribirla con la máxima precisión posible y enviársela a todos los vecinos. De esta manera, cualquier dicotomía que surja de lo discernido en territorio de batalla se solventará con tu palabra. Recuerda, compañero, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Nunca lo olvides.
- Serás doctor. Sí, también tendrás que desempolvar tus conocimientos sobre medicina. No te olvides de que una comunidad de vecinos es un organismo vivo. Si no se le presta atención enfermará y por ello tú estarás a cargo de esta función como administrador de fincas. Custodiarás y actualizarás la información de los propietarios a partir de ficheros de datos digitales y físicos.
Área de gestión y conservación de las funciones del administrador de fincas
Todos hemos tenido alguna vez un amigo resolutivo. Y sí, cuando decimos tener nos referimos a envidiar. Era ese capaz de enfrentarse a cualquier problema y ni siquiera dudaba. Era el líder cuando las situaciones se complicaban. Ahora, como administrador de fincas, esta gestión cae en tus manos.
- La primera de tus tareas en este área como administrador de fincas consistirá en la contratación de los nuevos servicios y suministros, a la par que las sustituciones de los antiguos por modernos. En tu mano quedará que la rueda siga girando. Todo palo deberá ser encontrado por ti y removido antes de que cause una catástrofe.
- Manitas, te llamarán los vecinos cuando os crucéis en la escalera. Serás el genio de la lámpara que resolverá las averías y los siniestros. Ellos no conocerán que tu secreto consiste en estar siempre alerta y avisar a los profesionales antes de que cunda el pánico. En la discreción está tu poder.
- La última responsabilidad a la que queremos referirnos es la de la contratación de los seguros de riesgo. En esta tarea tú serás el encargado de la valoración del inmueble. Una tarea nada sencilla y que atraerá las miradas de los comensales. Solo tú determinarás cuál es el valor adecuado y no permitirás que nadie trate como necios a quienes ya se han convertido en retoños. Hace no demasiado tiempo se desenfundaban los guantes por menos burlas.
Estas son las principales funciones del administrador de fincas. Tiene más, por supuesto, pero te recordamos la importancia de que siempre queden por escrito para que ambas partes sean conscientes de cuáles son sus tareas.