Los inicios de un agente inmobiliario: errores a evitar

A estas alturas de la película ya debes saber que los errores, sobre todo cuando actúas sin premeditación ni entrenamiento previo, se pagan caros. Sí, fiel lector. Otra vez queremos incidir en los errores. Habrás notado que ha pasado poco tiempo desde la última noticia que publicamos sobre equivocaciones; no sabemos qué nos ocurre. No pretendemos darnos ínfulas de grandeza; ni que fuésemos divinidades que nunca tropiezan con la misma piedra. ¡Si vieras los trastazos que nos pegamos a diario, te desternillarías de la risa! Lo único que deseamos con todas nuestras fuerzas – y créenos porque es verdad – es tu crecimiento profesional. Por aquí cruzamos los dedos para que llegues a ser un agente inmobiliario que haga historia, uno que rompa moldes y que escriba su nombre con letras de oro en los manuales de la industria. Pero para presumir de palmarés antes deberás batirte el cobre en la arena de los principiantes. Todo a su debido tiempo, que ya sabes que Roma no se construyó en un día. ¿Y quién sabe? Puede que algún día llegues a coordinar tu propio imperio inmobiliario.

Errores a evitar cuando eres un agente inmobiliario novato

Te presentamos una lista de fallos que debes rehuir cuando eres un agente novato.

1. Despreciar la formación

La educación es la piedra angular sobre la que se cimenta cualquier persona; recuerda que la pasta de la que estamos hechos se amasó en su día en varios centros de estudios. Dicho lo cual, cuando te lancen al ruedo inmobiliario tu formación también resultará determinante. A día de hoy, en España existen varios cursos para que puedas convertirte en un agente con estudios. Acuérdate del artículo que le dedicamos al Grado Inmobiliario que imparte la Universidad Politécnica de Madrid, sin ir más lejos. Si no te matriculas será porque no quieres.

2. No empezar con un mentor

Un trampolín que te permita arañar el cielo. Eso es lo que necesitas cuando quieras dar el salto a nivel profesional. Y qué mejor que un mentor que te acepte entre sus discípulos para que puedas aprender de sus enseñanzas. Casos prácticos y lecciones magistrales con un solo oyente: tú. Y a todas horas. Podrás tomar notas mientras acompañas a un experto ya curtido en combates durante sus visitas. La técnica más efectiva para baquetearte en tu futuro gremio, para ya tener tablas cuando llegue la hora de la verdad.

3. Descuidar un plan de negocios

Irrumpir en el sector con una mano delante y una detrás es un atrevimiento imprudente. No lo hagas si no quieres verte en un atolladero de narices. Antes de comenzar, deberías trazar unas líneas rojas que no deberías cruzar por nada del mundo. Márcate objetivos factibles: una cantidad de contratos que tengas que cerrar, unas ganancias que puedas conseguir, un número de clientes que captar. Ya sea cada mes o al final del año, pero debes establecer un plan de negocios para orientar tu ruta.

4. Olvidarse de las herramientas

Todo trabajador tiene que acudir a su jornada con su propio arsenal de armas; la contienda inmobiliaria puede llegar a ser algo cruenta. Pero no te asustes, aguerrido guerrero en ciernes, que nosotros te nutriremos de la munición que necesitas. Un profesional siempre deberá tener a mano un portátil o tableta, deberá disponer de un CRM para poder realizar un seguimiento óptimo de sus clientes, deberá contar con una página web donde futuros compradores e inquilinos encuentren una ristra de inmuebles. Sin todos estos elementos, caerás en la casilla de la muerte enseguida. Y volver a empezar no es fácil ni recomendable.

5. Desatender tu marca personal

Sabemos que estás hambriento, que en estos momentos de comerías el mundo y la galaxia. Eres ambicioso, así que no dejes que se apague esa admirable virtud. Pero cuando estés conduciendo tu coche hacia tu nuevo puesto de trabajo, observa tu reflejo en el retrovisor y pregúntate lo siguiente: ¿quién me conoce en la industria? Nadie. La respuesta escocerá al principio, pero no le eches mas sal recordándola inútilmente. ¿Sabes cómo puedes anunciar tus servicios? Creando tu propia marca personal. Tendrás que construir un sitio web, difundir tus habilidades por las redes sociales, repartir tarjetas de presentación… Puro marketing.

No subestimes los errores que acabamos de marcar. Pueden complicarte la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *