Buenos días, Nerea, ¿qué tal estás?
Lo primero que quiero hacer es agradecerte de manera personal y de parte de todo el equipo que hayas sacado parte de tu tiempo para concedernos una entrevista sobre un tema tan importante como el Día de la Mujer. ¡Muchas gracias!
Como nos han avisado que siempre tienes mucho lío, quiero plantearte una entrevista rápida, que sirva para conocer tu historia y cómo has visto evolucionar al sector en relación a la mujer en todos los años que llevas trabajando en él.
La primera pregunta siempre la utilizo para conocer al protagonista, así que me encantaría me contarás quién es Nerea García.
Soy una persona a la que le gustan las personas y siento mucho interés por su evolución, por eso me licencié en sociología y por eso me dedico a la gestión de Recursos Humanos.
Soy una privilegiada por trabajar con el principal activo de la sociedad.
En lo personal, mis intereses son los mismos, dedicarle el mayor tiempo posible a mi familia y amigos, y escaparme de la gran ciudad siempre que puedo (aunque confieso que me encanta Madrid). He vivido y trabajado en Londres y en Milán, mi mayor interés es viajar, porque creo que conocer la forma de vida de otros lugares te hace ser más tolerante y abrir tu perspectiva ante la vida.
Tienes un currículum que da gusto verlo. Has pasado por algunas de las empresas más potentes del país y nos encantaría preguntarte por ello. ¿Cuál es tu trayectoria profesional y, más en concreto, en el sector inmobiliario?
He tenido la gran suerte de trabajar en sectores y entornos muy diferentes que han sido una gran escuela, tanto para construir mi criterio profesional, como para hacerme crecer como persona.
He trabajado en 3 empresas españolas y 2 británicas, con culturas corporativas muy diferentes, lo que te permite aprender lo mejor de cada entorno y diferenciar lo que te aporta menos.
Empecé a trabajar en el sector TELCO en pleno boom de la telefonía móvil, a un ritmo frenético y formando parte de un equipo joven con la energía que te da participar en una start-up de éxito. De esta etapa me llevé la importancia del trabajo en equipo y de la orientación al cliente.
Mi segunda empresa fue una multinacional española, que supuso mi primer contacto con el sector de la construcción, es la compañía en la que más años he estado y de la que destacaría el valor de la excelencia.
El siguiente paso fue en una multinacional británica que es la mayor empresa del sector salud en el mundo. Esta etapa reforzó mi convicción sobre la importancia de hacer una cuidada gestión del talento y no olvidar que las personas son el principal activo de una organización.
Casualidades de la vida o destino, no lo sé, volví al sector construcción, a otra multinacional española con presencia en 20 países. En esta etapa, la importancia de entender la diversidad y adaptar a ella tus políticas y decisiones fue fundamental para que estas fueran efectivas.
Y, desde hace más de un año me uní al proyecto de Grupo Avintia, que para mí está suponiendo una gran oportunidad de aplicar todo lo que he aprendido en mi experiencia previa a una compañía muy especial. Este grupo industrial tiene un ADN y un tamaño excelentes para adaptarse al entorno; de hecho, creo que esa es una de sus principales características, la capacidad de adaptarse con agilidad a un entorno que ha estado en continuo cambio a lo largo de los 12 años que tiene la Cia.
Como te comentábamos, en esta entrevista queremos tratar el papel de la mujer en el sector y cómo ha evolucionado durante los últimos años, así que me encantaría que me dieras una valoración general de cómo ves tú la situación actual.
El papel de la mujer en el sector ha evolucionado, pero está lejos aún de unas cifras que nos puedan parecer razonables. Si bien, lo importante es que las dificultades para hacer carrera en el sector siendo mujer, se han reducido significativamente por reflejo de la realidad social.
Una de las palabras de moda en la órbita política es paridad. Y te queremos preguntar por ello. ¿Existe una mayor paridad en el sector? ¿Se nota el aumento de mujeres en él?
Aún no se puede hablar de paridad. En Inmobiliaria se está mucho más cerca, pero en construcción aún queda mucho recorrido por hacer. Si vamos a las cifras, la presencia femenina en el sector en España es de un 8,7%. En Avintia, las cifras son mucho mejores, tenemos un 23% de presencia femenina, y algo importante es que, en una auditoria de igualdad reciente, hemos certificado que no existe brecha salarial en la compañía.
Pero hay que tener cuidado con los datos, a veces lo más importante no es el número de hombres y mujeres, sino que ocupen roles similares, es decir, que esta distribución sea equitativa en todos los puestos de una organización.
Para que haya evolución real en el sector, tenemos que tener más cantera femenina saliendo de las universidades. En España tenemos apenas un 25% de mujeres en las carreras técnicas, por lo que ya nos encontramos con un problema de base. Hay que potenciar que las niñas quieran ser ingenieras, arquitectas o matemáticas… y este debería ser un objetivo global de las instituciones y empresas, porque es un requisito necesario para que un país avance en el equilibrio social.
El sector de la construcción ha sido históricamente un sector de hombres (y lo decimos con la boca pequeña, como quien espera que cambie la tendencia). Sin embargo, tu trayectoria en él es muy extensa. ¿Por qué te interesó por primera vez este mundo?
Creo que lo más interesante de este sector es lo tangible que es su producto y la huella que deja en el mundo que nos rodea. La evolución de las sociedades se identifica con la estructura e idiosincrasia de sus ciudades y sus infraestructuras que permiten el desarrollo social. Elegir tu casa, el colegio de tus hijos o vivir en una zona con buenos hospitales o accesos, son parte de las decisiones más importantes de la vida de los ciudadanos y las diferencias en el acceso a ellas hace que su calidad de vida sea muy diferente. Por eso me gusta este sector, porque construir quiere decir ser un actor fundamental del desarrollo del entorno.
Nerea, eres la Directora del área de Recursos Humanos de Avintia, lo que significa que parte de tu trabajo es apoyar la conciliación de la vida profesional y personal de los trabajadores. ¿Cuáles son las medidas que toma Avintia para favorecer la conciliación de los trabajadores y su vida personal? ¿Y qué haces tú en concreto para mantener el equilibrio entre los dos puntos de tu vida?
Hemos lanzado a principios de año un plan de bienestar laboral muy ambicioso y muchas de sus medidas tienen que ver con conciliación. El plan celebra el 12º aniversario de la compañía y se llama “12 años, 12 motivos para vivir Avintia”. A lo largo de 12 meses estamos lanzando una serie de medidas que, por ponerte algún ejemplo, hemos implantado en la compañía la jornada flexible, la tarde del cumpleaños libre, un plan de hábitos saludables y deporte, un canal de ayuda al empleado en las gestiones de su vida que le quitan tiempo libre o los “días sin cole” con actividades para los/as hijos/as de empleados/as en días laborables no lectivos, entre otros.
Respecto a lo que hago yo para mantener el equilibrio entre mi vida personal y laboral, intento equilibrar el tiempo lo mejor posible y priorizar lo realmente importante en ambos campos. Creo que tanto en la vida personal como en el trabajo el tiempo que le dedicas a lo que estés haciendo tiene que ser de calidad y, para eso, hay que aprender a diferenciar entre lo que aporta valor real y lo accesorio.
Cuando comentábamos en el equipo que te íbamos a entrevistar, una pregunta ha surgido de nuestros compañeros: ¿te ha costado más demostrar tu valía por ser una mujer o crees que en la actualidad el género ya no importa a la hora de desarrollar una carrera laboral?
Yo no he tenido la sensación de que me haya costado más. Creo que si eres un buen profesional el hecho de ser hombre o mujer no es relevante. Si bien es cierto que, siendo mujer, en entornos muy masculinizados como es la construcción, a veces escuchas comentarios poco acertados que un hombre no recibe; eso sí lo he vivido, pero no diría que es una tónica general. Y en esas situaciones tienes que poner tu seguridad profesional por encima de todo y no dejar que te afecte. Ya sabes lo de “no hay mejor desprecio…”
Uno de los cuellos de botella que más utilizamos para conocer si el papel de las dos partes de una pareja está llegando a su punto de equilibrio es quién reduce su jornada laboral para cuidar del pequeño. ¿La tendencia en Avintia es que lo haga más la mujer o ha ido un paso más allá y el hombre también ha asumido su responsabilidad?
Tenemos hombres con reducción de jornada, pero tenemos muchas más mujeres. Yo opino que hoy en día no es tanto una cuestión del instinto paternal o maternal como una cuestión económica. A este respecto hace más daño la brecha salarial. Si en una familia hay dos salarios y se decide que uno de los dos progenitores solicite una reducción de jornada, se busca que afecte al salario más pequeño, no al grande, para que la economía familiar se resienta menos.
De cara al futuro, ¿eres optimista? ¿Crees que se están dando pasos hacia delante? ¿Dónde es más importante poner la atención?
Creo que hay mucha más conciencia social en general que cuando yo empecé a trabajar, tanto a nivel ciudadano como de instituciones y empresas, pero queda mucho por hacer. La educación a todos los niveles es fundamental. Las niñas tienen que tener más referentes reales y las empresas tienen que formar a sus managers y directivos en la gestión de la diversidad. A mí me gusta mucho más hablar del concepto de diversidad que de igualdad; porque creo que el reto de las empresas está en saber gestionar lo diferentes que son las personas que componen un equipo. Además, en la medida de lo posible, las compañías tenemos que trabajar en ofrecer a nuestros empleados carreras profesionales adecuadas para los diferentes momentos vitales por los que pasan. En Grupo Avintia tenemos el ejemplo de bastantes mujeres con titulaciones técnicas que han empezado su vida laboral en obra y, cuando ha llegado la maternidad, han pasado a posiciones de oficina, en trabajos que siguen teniendo que ver con la obra, pero que les permiten conciliar mejor su vida familiar.
Por otro lado, la propia evolución del sector mejorará los datos de presencia femenina a largo plazo. En nuestro caso, hemos lanzado una nueva línea de negocio que es la construcción industrializada. Supone transformar la construcción tradicional en un proceso fabril, con mecanismos de trabajo industriales. Pasa de ser un proceso casi 100% artesanal a un proceso mecanizado que se realiza en una fábrica y se ensambla en el terreno. Esto supondrá una revolución en lo que a género se refiere, porque habrá una evolución de perfiles, y un entorno laboral que hará más fácil la conciliación de la vida personal.
Creo que esas son las líneas en la que hay que seguir trabajando para que la evolución sea continua.
Nerea, te quería agradecer de nuevo que te hayas pasado por aquí y que nos hayas concedido esta entrevista.
Estoy convencido de que nuestros lectores tendrán muchas preguntas, así que les animo a que las formulen en los comentarios para que puedas responderlos.
NOTA: Está entrevista ha sido realizada en conjunto con Óscar Jiménez Fernández GGCC