¡Atención, lector! Mucho cuidado con tus siguientes pasos. ¡No nos hacemos responsables de los efectos que el próximo texto pueda ocasionar en tu persona! Si te atreves a leer esto antes de la hora de comer, allá tú con tus sensaciones. ¡Que hoy hablamos sobre la empanada gallega! Uno de esos manjares de la gastronomía española que todos deberíamos probar por lo menos una vez.
La empanada gallega: una historia de fe
Toca echar la mirada atrás. Concretamente, aterrizar en el siglo XII. A una historia donde la fe y la religión gozan de una gran importancia, pues tiene como protagonistas a los peregrinos que querían llegar hasta Santiago de Compostela y así expiar sus pecados. Aunque, ¿era este el único motivo por el que realizaban semejante caminata?
La historia dice que no. Que más allá de las pasiones religiosas existían las del estómago. Y es que se conoce que ya en esta fecha se podía comer en la capital de la fe española el delicioso manjar que hoy conocemos como empanada gallega.
Aunque no conocemos exactamente cuándo se cocinó por primera vez, sí que somos conscientes de que en el siglo XII ya existía. No en vano, está representada en el Pórtico de la Gloria. Allí se puede apreciar cómo grandes panes eran vaciados y llenados con alimento.
Este proceso no comenzó porque se persiguiera un sabor a la altura de los dioses, sino porque de esta manera se lograba que el alimento se conservara mucho más tiempo sin ponerse malo. A partir de entonces, fueron muchos los que empezaron a probar combinaciones, aunque no hay ninguna que sea más famosa y reconocida que la famosa empanada gallega de atún.
¿Cuál es tu empanada gallega favorita?
Es cierto que la empanada gallega de atún es la más famosa, pero se han hecho experimentos con todo tipo de alimentos. Así que te queremos preguntar hoy a ti. ¿Cuál es tu sabor favorito? ¿Conocías el origen de este alimento? ¿Cuándo fue la última vez que le diste un buen bocado?