¿Estás esperando la llegada de un cachorro a casa?
Lo primero que quiero hacer es darte la enhorabuena por el nuevo integrante de la familia.
¿Lo segundo? Pedirte que te prepares porque están a punto de llegar unos cuantos días que serán verdadero rock and roll.
Si quieres conocer cómo preparar tu hogar para la llegada de un cachorro, sigue leyendo. ¡Quien avisa no es traidor!
«Zona Cachorros»: crea un espacio para el recién llegado
¿Por qué en casa te sientes como en casa?
Porque existe un espacio en el que simplemente puedes ser tú.
Cuando llega un cachorro a casa, hay que entender lo que está sucediendo. Se trata de un ser vivo al que se le ha «arrebatado» todo lo que conoce para traerlo con nosotros.
Es algo más serio de lo que parece a simple vista.
Por lo tanto, es muy importante delimitar una «zona cachorro» que el recién llegado pueda identificar como suya:
- Una camita.
- Nuevos juguetes.
- Mantas.
En definitiva, todo lo que pienses que puede ayudarle a sentirse más tranquilo.
Por cierto, la mejor alternativa es que se encuentre en la zona de la casa en la que practicáis más vida juntos, ya que así le será sencillo acostumbrarse a vosotros.
Compra los «esenciales» para el día a día del perro
Compartir la vida con un perro es una experiencia maravillosa. Sin embargo, en ocasiones tendrás que invertir parte de tu presupuesto en el animal.
Antes de que llegue a casa es importante que tenga todo lo que necesita para poder vivir con tranquilidad:
- Comida.
- Bolsas par las caquitas.
- Una camita.
- Algún juguete.
- Correa para pasear.
- Champú y jabón.
- Cepillos.
Como ves, será casi como esperar a un bebé por primera vez. La única diferencia es que este te profesará lealtad absoluta desde el momento en el que te conozca.
Mejor prevenir que curar: localiza los posibles riesgos de tu hogar
Como si se tratara de un bebé, vaya.
Es importante que le pegues un buen repaso a tu hogar y seas capaz de identificar los posibles peligros y que actúes para evitar que suceda una catástrofe.
- Cables y enchufes. Organízalos de una manera en la que no queden al alcance de tu perro o un día te despertarás viendo cómo ha tratado de replicar el Guernica en tu salón.
- Productos de limpieza. Los perros son animales que tratarán de llevarse todo lo que pillan al estómago. Por eso es fundamental que alejes de su alcance cualquier producto tóxico.
- Plantas y flores. ¿Huele bien? ¿Tiene buena pinta desde fuera? Se lo intentará comer…
- Balcones y terrazas. Ten mucho cuidado. Dicen que la curiosidad mató al gato, pero también puede hacerle daño al perro. Si tienes un balcón o una terraza, asegúrate de que está lo suficiente alto como para que el animal no cometa una tontería.
Cómo elegir los mejores bebederos y comederos
Siempre que puedas, apuesta por el acero inoxidable o cerámica.
Si le compras un comedero de plástico, lo más probable es que se convierta en un juguete mordisqueable más de todo los que tenga por casa.
Establece horarios: la rutina le ayudará a sentirse seguro
Vivas solo o acompañado, es muy importante que marques una serie de horarios que ayuden al nuevo integrante a entender cómo funcionan los días.
- Cuándo estarás en casa para alimentarlo.
- A qué hora te tocará sacarlo de paseo.
- Cuál es el tiempo de juego innegociable.
Si siempre has estado acostumbrado a vivir sin horario, es hora de que empieces a organizar los puntos claves de cada día.
Seguro para animales de tu compañía: ¿estás a prueba de todo?
La mayoría de los seguros de hogar cuentan con un espacio para los animales que forman parte de la familia.
Es importante que llames a tu seguro y que conozcas cuáles son las ventajas que te ofrece, así como las posibilidades añadidas que pueden darse aumentando las primas.
Hoy en día puede parecerte una tontería, pero este animal te acompañará durante los próximos 15 años de tu vida. No escatimes en gastos.
Aunque ahora toda esta aventura te pueda parecer una misión más complicada que pasar de cuartos en aquellos tiempos futboleros tan lejanos, quiero contarte algo más.
Lo vas a disfrutar.
Tener un perro en casa es sumar a un nuevo miembro de tu familia. Concretamente, a uno de los más importantes con los que compartirás tu tiempo.
Todo esto (y mucho más) merecerá la pena.