Describe tu inmueble para conocer la gloria

Si en una de nuestras publicaciones ya hablamos de la importancia que se le otorga a la imagen, no estaría de más rendir tributo al arte de la palabra para el artículo que nos ocupa. Vivimos en un mundo donde lo visual, para bien o para mal, suele prevalecer sobre la sintaxis y el léxico. Aunque eso no quiere decir que debamos menospreciar la influencia que puede llegar a ejercer un texto cuidado al detalle. Ni mucho menos. En el anuncio de tu propiedad, una descripción que represente todas las cualidades del inmueble puede actuar como el complemento ideal de tu publicación. Si muchos ya se han enamorado de los personajes que pueblan las novelas de ficción, ¿por qué no podrían hacerlo aquellos que lean el párrafo que describe una casa? Seguro que en tu fuero interno dormita un poeta que necesita despertar de su letargo.

Aquí tienes algunas reglas que debes respetar para elaborar la descripción de una casa. El abecé, y nunca mejor dicho.

1. Fiel a la realidad

Limítate a redactar en función de los atributos que tenga tu propiedad. Ni más ni menos. O dicho en otras palabras: no exageres, no llenes el texto de embustes. No infles demasiado el globo, que al final te va a estallar en la cara. Por aquí estamos seguros de que el inmueble en cuestión presenta un sinfín de características capaz de provocar más de una mudanza. Explótalas en tu descripción para levantar pasiones en aquellos que buscan un nuevo hogar. Y si quieres poner a prueba tu capacidad como escritor, evita las hipérboles. Ya lo hemos dicho antes: no agrandes tu texto con virtudes inexistentes.

2. Resalta los atractivos

No te cortes. Sé tan generoso como creas conveniente a la hora de poner el acento en los encantos que atesora la vivienda. Debes hacerlo, es un must de tu descripción. Piensa que el párrafo que vayas a dedicar a tu vivienda tiene que ser casi como una oda. Por lo tanto, no te olvides de incluir todos los alicientes de los que puede presumir la propiedad que vayas a anunciar. Si en el jardín se pueden organizar unas barbacoas interminables, dilo. Si el salón tiene más luz que la mente de Edison, menciónalo también. Se trata de ensalzar lo más destacado de la propiedad. Métetelo en la cabeza.

3. Ojo con el título

El gancho, el anzuelo, la presentación. Jamás debes menospreciar esta parte de tu anuncio si deseas atraer clientes como la miel a las abejas. El título viene a ser el envoltorio que capte la atención del usuario para que acabe rasgando el papel. Es decir: entrando en tu publicación. Es un texto muy escueto que debe contener la información esencial de tu anuncio: el tipo de operación, de inmueble, el precio y la localización. ¿Y qué debes evitar? Pues las expresiones de reclamo. No estamos en un mercado de abastos, amigo. Huye de cualquier frase que venda la propiedad como si te la fueran a arrebatar de las manos. En un portal inmobiliario no se lleva aquello de “Oportunidad única” ni “Ocasión especial”. ¿Qué será lo próximo? ¿2 x 1?

4. Describe el vecindario

A todo el mundo le interesa saber cómo es la zona donde vivirá en un futuro. El barrio puede acabar siendo un componente determinante a la hora de elegir casa nueva. Así que recuerda lo siguiente: habla sobre el ambiente que se percibe en el vecindario. Es un dato en el que un probable comprador se fijará sí o sí. Uno no escoge una propiedad al tuntún. Estamos ante  una decisión que debe madurarse y donde confluyen muchos factores, y la ubicación es uno de ellos. Por eso mismo, tu redacción debe incluir la atmósfera que se vive en el lugar, la conexión con el transporte público, los comercios establecidos cerca de la casa… Pinta un paisaje donde el usuario pueda imaginarse sin necesidad de desplazarse. Y si encima le sitúas en el mapa la localización exacta, serás nuestro héroe.

5. Invita a que te llamen

Por supuesto que sí. De otro modo, ¿para qué ibas a dejar tu número de teléfono? Debes incitar a que te llamen al final de tu texto. Una llamada a la acción en toda regla, o lo que en términos de marketing bautizaríamos como call to action. Aunque lo mejor es que nos dejemos de anglicismos. Para que nos podamos entender: es una invitación que pone el balón en el tejado del usuario. Tú ya has hecho todo lo que estaba en tu mano para persuadirlo mediante una descripción completa donde las haya. Ahora es cosa del usuario que te llame, pero debes indicárselo. Que no sea tímido.

Te dejamos dejamos una descripción que podría encajar con lo explicado en algunos puntos anteriores:

Ha llegado el momento de sentarte delante del ordenador para dar rienda suelta a tu talento literario. Y no te preocupes, es normal que le temas a la página en blanco. Todos los genios le tienen miedo. Consulta nuestro artículo sobre cómo tomar buenas fotos. La combinación de ambas técnicas es una bomba de relojería.