España tiene que esforzarse para rescatar los recuerdos que confinó en algún rincón de su memoria. Arruga su frente cuando piensa, y en los surcos de su vejez descubre un ayer majestuoso repleto de iglesias, de fortalezas, de monumentos.
De caminos donde se alzaban castillos imponentes que amedrentaban enemigos para guarecer a la realeza. No le podemos dar la espalda al pasado si queremos tomar conciencia de nuestro carácter; lo que hicimos en tiempos pretéritos puede determinar el devenir de un país.
Y los castillos siempre estuvieron ahí para atestiguar lo que sucedió, hoy reliquias ruinosos que encierran leyendas merecedoras de ser contadas.
Razón por la que en Globaliza hemos querido pasar lista a algunos de los monumentos medievales más curiosos de España. ¿Te gusta la historia? ¿Sacabas buenas notas en el colegio? Porque hoy pondremos a prueba tus conocimientos, no sea que se te haya oxidado un poco la sesera.
A ver si conoces lo expuesto a continuación:
1. Castillo de Butrón, País Vasco
El Castillo de Butrón podría ser el escenario perfecto de cualquier novela de aventuras. Perdido en medio de la espesura y aupado sobre una colina, la fortaleza se levanta en el municipio de Gatica, en Vizcaya.
Su construcción data de mediados del siglo XI, aunque en esa época su aspecto no se asemejaba en absoluto al que conserva en la actualidad. Algo de lo más normal, por otro lado. El tiempo nos castiga a todos.
En aquellas el monumento consistía en una casa-torre propiedad de la familia Butrón, cuyo V señor reformó cuatro siglos más tarde para añadir otro torreón.
De todas formas, su apariencia actual obedece a una reconstrucción llevada a cabo en el siglo XIX. ¿Pero sabes lo más curioso? El castillito fue sacado a subasta para que, a día de hoy, siga a la venta.
2. Castillo de Olite, Navarra
Y si decíamos que el Castillo de Butrón es digno de aparecer en cualquier narración fantástica, el Palacio de Olite no se queda atrás.
Cobijado entre las montañas navarras y el Valle del Ebro, la edificación representa un estilo de lo más heterogéneo. Una amalgama que se mueve entre un gótico francés con reminiscencias catalano-mallorquinas e inglesas.
La obra ha sido víctima de una sucesión de restauraciones que todavía no han finalizado. Tanto cuidado explica que en su día fuese considerado como la primera maravilla medieval de España. Incluso en el extranjero se hicieron eco de su belleza hace seis siglos, cuando un viajero alemán escribió lo siguiente: «seguro estoy de que no hay rey que tenga palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas».
Qué bien debió vivir ahí el muy noble de Carlos III, ¿no te parece?
3. Castillo de Bellver, Mallorca
Jaime II de Mallorca tuvo una idea inaudita en pleno siglo XII que revolucionó la arquitectura de aquel entonces. Mandó que le construyesen un señor castillo que presentase una singularidad estructural única en Europa: su planta circular.
Así las cosas, el monarca pudo sentar sus posaderas en una edificación ubicada en un monte que continúa dominando el Mediterráneo, la ciudad de Palma y la sierra de Tramuntana.
Tantas particularidades han hecho que el ayuntamiento de la capital balear, dueño del monumento, haya abierto sus puertas para instalar el Museo de Historia de la ciudad de Palma entre sus muros. Por cierto, ¿sabrías decirnos a qué viene el nombre de la fortificación? Pues a las bellas vistas del lugar.
4. Castillo de Coca, Castilla y León
En este caso el origen del nombre se entiende con facilidad, pues responde al topónimo de la localidad castellana donde se eleva.
El Castillo de Coca – típico de la corriente gótico-mudéjar – fue construido en el año 1473, aunque una de sus anécdotas más sorprendentes tuvo lugar treinta años después de que pusieran su último ladrillo. Porque sí: el ladrillo es el material por el que apostaron cuando lo diseñaron; producto bandera de la arquitectura que dejaron los mudéjares.
La historieta que aconteció tres décadas más tarde relata cómo se apuntalaron las defensas del castillo ante los asaltos del Marqués de Cenete, que intentó rescatar a su prometida de las garras de su tío. Todo un secuestro digno de un cuento de hadas.
5. Castillo de Loarre, Aragón
Un requisito que cumplían todos los castillos del Medievo era el de control. Gracias a su envidiable posición estratégica, las fortificaciones permitían controlar una zona determinada desde las alturas.
Un rasgo del que también presume el Castillo de Laorre, erigido donde justo nacen los Pirineos, con la vasta llanura de La Hoya de Huesca extendiéndose a sus pies. El siglo XI fue el que vio crecer esta construcción de estilo románico que todavía se mantiene en óptimo estado. Una cualidad sobresaliente que llamó la atención de Hollywood. ¿Sabrías decirnos qué director de cine se fijó en esta maravilla arquitectónica?
Ridley Scott, ni más ni menos.
El emplazamiento acabó siendo una de las localizaciones de Éxodo: Dioses y reyes.
¿Tú sientes especial predilección por algún castillo?
Debería ser incluido e par-bulos estas Maravillosa Historias Gracias de nuestros monumentos Históricos