Ahora que nadie nos está escuchando ha llegado el momento de las confesiones. Solemos observarte y últimamente hemos encontrado en tus ojos una mirada que no es de felicidad. Sabemos qué es lo que provoca esa melancolía. No estás llevando bien lo del vecino moroso. En tu mente la parte del demonio se pregunta cómo se le puede castigar. Si te has olvidado que también dispones de una contraparte angelical no te preocupes, que venimos nosotros a recordártelo antes de que hagas alguna tontería.
¿Cómo podemos actuar ante la existencia de un vecino moroso?
Lo primero de todo, mantén la calma. Evita que salga a relucir ese tic en el ojo derecho cada vez que te lo encuentras. Tampoco esboces en alto nada de lo que te gustaría que le pasara si no está sostenido por la legalidad. Haznos caso, sobre todo, con este último consejo.
Seguro que en al menos una conversación en el rellano ha surgido la pregunta acerca de cómo podemos castigar al vecino moroso. Sabes que está actuando mal y que por ello te ves perjudicado, así que anhelas ese gesto que os haga igualar las posiciones.
Entonces una mente iluminada advierte al cielo: ¿podemos prohibirle al vecino moroso el uso de los elementos comunes?
¿Se puede prohibir al vecino moroso el uso de elementos comunes?
Claro, en tu mente todo tiene sentido, ¿verdad? Si no pagas lo mismo que todos, entonces no puedes usar aquello que es de todos. En un mundo de razonamientos lineales sería la base argumental clara, pero en el mundo de la legalidad nada es tan fácil. El destino de las leyes y la jurisprudencia discurre por caminos inesperados. Tenemos que estar preparados para virar entre bifurcaciones cuando llegue el momento. Y te avisamos, llegará.
Además, como en todo buen tema legal que se precie, ni expertos ni jurisprudencia están de acuerdo. Se pueden encontrar dos vías de pensamientos discrepantes acerca de qué se puede hacer ante esta realidad. ¿Cómo podemos castigar al vecino moroso? Según la línea argumental que siga el tribunal en cuestión abogará por uno u otra vía. Te las explicamos.
Se puede prohibir el uso de elementos comunes al vecino moroso
En este punto se va a analizar la vertiente jurisprudencial que aboga por la posibilidad de prohibir el uso de elementos comunes. Es decir, aquella que estás deseando escuchar en caso de que tengas que lidiar cada día con un vecino moroso y no quieras tomarte la justicia por tu cuenta. Te lo repetimos, respira y lee, que queremos ayudarte sin que tengas que acabar en comisaría.
Esta teoría plantea que al vecino moroso se le va a poder prohibir el empleo de los elementos comunes sin que esta acción contradiga la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) o los Estatutos de la Comunidad de Vecinos.
Según esta doctrina toda la regulación queda en manos de las Normas de Régimen Interno. Se apoya en una última sentencia que ha salido a la luz recientemente en la Audiencia Provincial de Valencia que sostiene este razonamiento.
No se puede prohibir el uso de elementos comunes al vecino moroso
Toda cara tiene su cruz. El reverso jurisprudencial suele darse con habitualidad. Es la magia de los sistemas basados en las interpretaciones. Permite avanzar, pero también chocar ante discrepancias que nos ponen más nerviosos que un gato negro bajo una escalera cualquier martes trece.
Esta doctrina aduce que no se puede prohibir al vecino moroso el uso de los elementos comunes. Basa su razonamiento en dos ideas de carácter legal y una tercera basada en el realismo.
- La Ley de Propiedad Horizontal solo prevé dos tipos de sanciones. Por ende, únicamente podemos acogernos a ellas. Todo lo demás implicaría per se un problema de seguridad jurídica contrario a los principios de nuestra legalidad. Se puede abogar por privar del voto y de la posibilidad de impugnación.
- Existe una vía que podría conducir a la prohibición del uso de elementos comunes. Sin embargo, la realidad es que será muy complicada de llevar a cabo. Para poder ejercer esta potestad habría que modificar los Estatutos de la Comunidad. El problema es que para poder lograrlo se requiere del voto unánime de todos los vecinos. Como es razonable, el vecino moroso no ejercerá su derecho en contra.
Más allá de ello, cuando nos enfrentamos a la práctica tenemos que plantearnos cómo operar. Es decir, imagina que se consiguen modificar los Estatutos y se prohíbe al vecino moroso el uso de los elementos comunes. El día siguiente encuentran a dicha persona en la piscina. ¿Cómo podrías sacarle? ¿Por la fuerza? Parece bastante complicado, ¿verdad? Todo indica a que dicho gesto concluiría en un conflicto de interesantes proporciones.
La mala idea de tomarse la justicia por nuestra cuenta
En línea con el último párrafo queremos advertirte algo. Sabemos que puede parecer interesante. Incluso excitante. Erigirse con la vestimenta de justiciero e intentar cambiar las cosas a nuestro modo. Sin embargo, queremos contarte que esto no suele acabar bien. No estamos en una película. E incluso así, los superhéroes siempre se han caracterizado por estar en problemas, sentirse solos y tener que huir constantemente.
La realidad es que por mucha superfuerza que tengas, prohibir al vecino moroso el uso de elementos comunes sin una sentencia judicial que nos apoye es bastante arriesgado. Han sido ya bastantes los tribunales que han fallado al respecto y han otorgado una indemnización al vecino moroso por ser privado ilegítimamente del uso al que tenía derecho, independientemente del pago o no de las cuotas pertinentes.
Por ello, desde Globaliza te queremos recomendar que dejes para otra fiesta el disfraz de superhéroe y actúes por los cauces legales. No sabemos si conseguirás o no lo que deseas, pero la realidad es que en caso contrario el porvenir puede ser mucho peor.