A ti también te ha pasado. Alguna vez caminabas a la vera de un río y sin que te pudieras dar cuenta acabaste prendado. Enamorarse es humano y no podemos evitarlo. Contemplas unas casas flotantes en la distancia y tus ojos se llenan de esa chispa que te permite ser optimista hasta en la más tenebrosa oscuridad.
Tu mente circula sin dirección. Se siente feliz en dicha maraña de preguntas. Asombrada ante la expectativa de cómo debe ser vivir en su interior. Te das cuenta de que lo extravagante te apasiona. Pero, ¿a que no sabías que las casas flotantes tienen su origen en la Segunda Guerra Mundial?
La relación entre la Segunda Guerra Mundial y las casas flotantes
Para hallar el pesebre donde nacieron tenemos que volar hasta Holanda. Los Países Bajos guardan muchos secretos y este es uno de ellos. Se trata de un país con más de 100 kilómetros de canales. Allí entendieron que la creatividad podía ahorrarles muchos recursos.
Cuando el conflicto bélico terminó y millones de personas pudieron respirar aliviadas, Holanda se encontró con la tesitura de contar con una flota anticuada a la que nunca más podría sacársele partido. Si hubiera otra guerra estarían antiguos. Así que solo tenían dos opciones: deshacerse de ellos o buscarles una segunda vida. Apostaron por esta última opción.
Unieron dos ideas. Ríos y barcos. En esta extraña mezcla encontraron la capacidad de dar un lugar en el que vivir a muchas personas. Transformaron los navíos en casas flotantes.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial
Millones de personas perdieron la vida. Fue el conflicto bélico más sangriento de la historia de la humanidad. Consiguió sacar a relucir la peor faceta del ser humano. El fascismo recorrió Europa y muchos pagaron con su futuro los deseos de poder de muy pocos.
Sin embargo, ahora con el tiempo debemos ser capaces de escrutarlo con perspectiva y sonreír ligeramente ante datos curiosos como este. Quién nos iba a decir que las casas flotantes surgieran de este punto de la historia. Pero así fue.
¿Tienes algún dato curioso más del que te gustaría que habláramos?