Los extremos no son buenos. Las opiniones tienden a polarizarse porque, en ocasiones, no sabemos encontrar nuestro propio espacio en una interminable gama de grises. Pero seguro que encajamos en algún punto. La psicología de las personas constituye un mecanismo complejo; no todo se reduce al blanco o negro. A elegir. Simplificar nuestros gustos, nuestra conducta, es un craso error que nos distancia de la propia realidad. Aunque luego las excepciones están ahí para remar a contracorriente de la lógica humana, y son muchas. Y también palmarias. La vida nos pone en incontables trances en los que tenemos que escoger una de dos. No queda otra. Para que nos entendamos: ¿prefieres dulce o salado? ¿Eres de PC o de Mac? ¿Te desgañitas con los Rolling o con los Beatles? Porque a veces lo opuesto no deja espacio para alternativas intermedias, es así. Y en este artículo querríamos averiguar lo siguiente: ¿eres de periferia o de centro? ¿De centro? Vaya, pues hoy nos dedicaremos a desgranar las virtudes de las afueras. Igual te convencemos y cambias de opinión. ¿Quién sabe?
¿Quieres saber por qué es mejor vivir en el extrarradio? Te lo contamos enseguida.
1. Más rentable
Suele darse de esta manera: las viviendas ubicadas en zonas alejadas del núcleo urbano, de donde hierve la sustancia, tienen un precio menor a aquellas más céntricas. Son más baratas. Un barrio de las afueras con un valor económico elevado tiene que corresponder, a la fuerza, a una urbanización de lujo. Pero eso no es lo que andas buscando. Tú estás interesado en las barriadas de toda la vida, en las áreas residenciales que gravitan como satélites en torno al centro. Esas son las rentables.
2. Más tranquilo
Lo céntrico se relaciona con lo bullicioso, con calles atestadas de gente donde no cabe ni un alfiler. Si quieres dejarte llevar por riadas humanas que discurren por avenidas, entonces será que estás hecho para el corazón de las urbes. En cambio, si te decantas por una calma que es inherente a lugares separados de puntos neurálgicos, deberías marcharte al extrarradio. Es ahí donde encontrarás un sosiego que escasea en el alma de las grandes ciudades.
3. Más cerca de la naturaleza
Las arterias que surcan las metrópolis no se caracterizan por estar rodeadas de zonas verdes. Una negación que no corrobora la supuesta falta de parques en las ciudades; no nos malinterpretes. Haberlos, haylos. De hecho, representan los pulmones a los que acudir para coger aire entre tanto edificio. Aunque es verdad que los distritos aislados del humo y el asfalto, aquellos que se ubican en coordenadas algo retiradas, acostumbran a permanecer en contacto más o menos directo con la naturaleza. La vegetación encuentra en los arrabales un enclave propicio donde prosperar.
4. Más espacio
Otro acicate para vivir a las afueras es el tamaño de las casas. Ante hemos dicho que los importes que debes abonar son inferiores que en plena urbe, pero eso no es todo. Por una suma modesta podrás vivir en un inmueble más espacioso. ¿Qué te parece? Te ahorras un buen pellizco y encima tu propiedad podrá tener terraza. O jardín. O habitación de invitados. ¿Ves cómo aquello de desplazarte a la periferia no es una idea descabellada? ¿Por quién nos tomas? Nuestro nivel de cordura raya con la excelencia.
5. Más adecuada para tus perros
Como bien sabrás si eres un amante de los cánidos, tener un perro en casa conlleva ciertas responsabilidades que no podrás esquivar. Igual no lo recuerdas, pero ya te lo explicamos en otro artículo. ¿Pero qué ocurre cuando tienes que sacar a tu amiguito de paseo? Porque las cosas como son: un garbeo por las callejuelas del centro puede convertirse en una pesadilla, sobre todo si tu colega se pone en una postura que conoces de sobra. Sin embargo, tal y como te acabamos de soltar, un lugar que esté cerca de zonas verdes, de campo, siempre será un paisaje utópico para las vueltas de tu querida mascota.
6. Más propicia para el deporte
Visto lo visto, si no eres un runner no eres nadie. La moda está alcanzando unas cotas algo enfermizas, pero no por ello deja de aportar beneficios innegables para el cuerpo. Y debes saber, señor adicto al arte de correr, que los barrios periféricos poblados de parques son de lo mejor para que puedas trotar libre como un potro salvaje. Mientras no tengas que driblar los escollos que la propia ciudad dispone en sus calles (transeúntes, pasos de cebra, coches…) todo irá bien.
¿Te hemos hecho cambiar de parecer?
Para gustos los colores! Desde nuestro punto de vista es mucho mejor vivir a las afueras, aunque para muchos no tener la obligación de coger el coche, la moto o el transorte público para ir a comprar en centros comerciales o acudir a cualquier evento multitudinario no tiene precio. Saludos!
Buenos días, Pisos alquiler Vic:
Todo depende de las preferencias de cada uno. No es un tema que pueda enfocarse desde puntos de vista objetivos. No es que sean mejores las afueras que el centro. Simplemente, en este artículo hemos querido resaltar las virtudes de la periferia. Ya le dedicaremos un espacio a las ventajas que ofrece el corazón de una ciudad.
¡Gracias por vuestros comentarios!